Universos paralelos
Es probable que alguna vez usted hay dicho dentro de usted mismo “Que hubiera pasado si”, a veces la realidad no justifica las expectativas que generamos y formamos realidades alternas dentro de nuestra mente, un caso que recuerdo que me impresión en mi juventud fue el de Carlos y Elisa.
Se conocieron de niños ya que sus padres eran muy amigos y paseaban juntos las dos familias, en la secundaria se hicieron novios e inseparables, al terminar la prepa se adelantó la cigüeña y empezaron a preparar la boda, el padre de Eliza que la adoraba preparó una gran fiesta y mandaron a confeccionar su vestido al Paso Texas de regreso ya muy noche, el papá cabeceó y el carro se salió del camino, Eliza no sobrevivió al accidente fue una terrible desgracia.
Cinco años más tarde me encontré en la ciudad de México a Carlos, al salir de ver una obra de teatro experimental en Coyoacán, nos fuimos a platicar a una taquería y pronto apareció la pregunta obligada en esa edad ¿Tienes novia? Carlos me vio muy serio y nostálgico y me dijo, No hay un día que no piense en Eliza, ¿sabes? Nuestro hijo tendría 5 años, edad suficiente para jugar beisbol, le hubiera comprado un guante, para entrenarlo yo mismo, tendría en su cuarto fotos de los grandes peloteros.. la platica fue perdiendo el hubiera y platicaba como si estuviera viviendo en ese mundo que su imaginación había construido, una realidad alterna que se había desprendido desde aquel trágico evento y que alimentaba día a día.
Todo el tiempo estamos generando mundos alternos con nuestros recuerdos pasados y nuestros anhelos futuros, incluso muchas veces llegamos a guardar los recuerdos no como sucedieron sino como quisimos que sucediera, aquí viene algo muy interesante, los episodios de nuestras vidas no los guardamos como una sucesión de imágenes o como un video, sino que lo guardamos como un conjunto de datos sin tiempo, recordamos todo en un instante y para narrarlo necesitamos reconstruirlo y le agregamos la secuencia para explicitarlo, esto es, al almacenarlo eliminamos el tiempo y el espacio, por muy grande que sea el espacio donde se desarrolle el evento y por mucho que este dure se registra en algunas conexiones neuronales.
Regresando a nuestro modelo UMIM, los sucesos que ocurren en el espacio tiempo son transformados en objetos inmateriales sin espacio tiempo en contenedores materiales. ¿Cuántos mundos alternos podemos generar? Siendo objetos inmateriales la respuesta es un infinito de mundos, evidentemente los que podemos alojar en nuestro cerebro son finitos por la cantidad finita de neuronas que tenemos, sin embargo, la cantidad de neuronas que tenemos es bastante grande y si vemos la cantidad de conexiones que se pueden hacer el número resultantes es astronómico pero además nuestra corteza cerebral es muy joven en asuntos de evolución y las neuronas aún no desarrollan suficientes dendritas como las que el cerebelo o cerebro viejo tiene, para darnos una idea de lo que aún puede desarrollar el “New cortex” si hoy tuviera las mismas dendritas que el cerebelo nuestra capacidad cerebral se incrementaría en millones de millones de veces más.
Volviendo a nuestro tema de universos paralelos vemos que no es una idea moderna, las antiguas religiones ya hablaban del tema, el cielo, el limbo y el infierno son mundos paralelos, lo mismo en la filosofía podemos ver como Platón en su parábola de la cueva donde hay una cantidad de esclavos atados que solo ven las sombras del mundo exterior y piensan que esa es la realidad, viven en su mundo limitado a dos dimensiones en blanco y negro, estrictamente nosotros también percibimos solamente dos dimensiones en nuestra retina y el cerebro construye la tercera dimensión y los colores, lo mismo pasa con el oído, recibe una sola señal y al desmenuzarla en frecuencias le permite al cerebro darle significancia.
Para los sicólogos y antropólogos resulta entendible como cada grupo de personas en el planeta construye sus propios mundos, antes muy diversos entre sí, aunque con las comunicaciones globales estas diferencias se están reduciendo.
¿Cómo construimos nuevos mundos? Cada decisión que tomamos está cambiando nuestro mundo en la medida de la trascendencia de la opción que tomamos, Aristóteles genera una primera explicación con su teoría de acto y potencia, el acto es la situación actual y la potencia todas las posibilidades reales que tenemos y lo aplica a todas las cosas, un árbol es en potencia una mesa, un banco, una puerta, fuego en la chimenea, un joven en la escuela es potencialmente un ingeniero, un médico, un vago, un obrero. Con cada decisión que tome estará construyendo su mundo.
De acuerdo a esto cada unidad de tiempo un mundo desaparece y otro se crea, por lo que sería interesante ver si simultáneamente pudieran existir mundos o universo paralelos.
En la física apareció un joven genio en los años cincuenta Hugh Everett, que en su tesis de doctorado en física propuso la teoría “de la interpretación de los muchos mundos” que es mejor conocida como “La teoría de los universo paralelos” una hipótesis sumamente radical para aquellos tiempos que no fue bien recibida por la comunidad científica y el joven al terminar su doctorado abandonó la física.
EL meollo de la discusión era la posición de una partícula, la interpretación de Copenhague defendida por Niels Bohr decía que un electrón está a la vez en una nube de probabilidades, donde los suceso cuánticos están sucediendo y no sucediendo a la vez, esto implica que si se quiere saber dónde está la partícula se tiene que medir matemáticamente en un punto concreto, esto era de si, revolucionario y por primera vez se relacionaba el objeto con el sujeto, la posición la decantaba el observador, algo verdaderamente perturbador y ajeno a la tradición occidental de pensamiento.
Huge Everett planteaba otra hipótesis a esta explicación decía mas o menos, en el momento que ocurre un evento cuántico el universo se divide en dos universos paralelos, en un universo tiene lugar el evento cuántico y en el otro sucede el contrario y extrapolaba esta explicación al mundo de la macro física diciendo: si todos los átomos y partículas de nuestro cuerpo se comportaran como una sola, en el momento que tomamos una decisión importante se genera un nuevo universo en el cual se genera la otra opción a la que tomamos en este.
Huge acudió a Bohr para presentarle su obra pero este, no solo lo rechazó sino que le hizo “mala prensa”, Huge abandonó la física y sus trabajos se quedaron empolvados en la Universidad de Princenton hasta los años sesentas que fueron rescatados por jóvenes físicos que vieron la profundidad de su trabajos y lo han integrado de alguna manera en la teoría de cuerdas.
Huge vivió una frustación contínua y pidió que a su muerte sus cenizas fueran tiradas a la basura para que en otro universo sus restos tuvieran los honores que merecía.
En la teoría de multiversos se afirma que en el Big Bang se generó un abanico de universos los cuales serían radicalmente distintos a los nuestros.
El debate Huge-Bohr sigue vivo hasta nuestros días enfrentando a físicos que se adhieren a una y otra teoría, en el 2016 en Munich, hubo un simposium interesante donde se reunieron físicos y filósofos de la ciencia para analizar las acusaciones sobre la física teórica acerca de que la física se está olvidando de la confirmación empírica poniendo en juego la integridad del método científico.
Los partidarios de la teoría de cuerdas y multiversos afirman que en un futuro cercano tendrán pruebas empíricas de sus teorías, la detección de partículas de antimateria, recientemente encontradas, parecen abonar a la idea de que al menos el universo de antimateria si se generó en el Big Bang junto con el nuestro.
En el terreno de la ficción, la teoría de Huge ha generado historias interesantes de mundos paralelos donde los protagonistas viajan a mundos donde no cometieron los errores y en la filosofía chatarra hay quienes afirman que no importan los errores que cometamos en este universo porque en un universo paralelo se corregirán.
En el modelo UMIM el multiverso existe en el mundo inmaterial donde los pensamientos son infinitos, en el mundo material, aunque cada vez se extienden mas las fronteras de este universo, el teorema de Gödel nos adelanta la imposibilidad de que en cada evento cuántico se genere un nuevo universo y la teoría de complejidad descarta la posibilidad de que los eventos en partículas se den en organismos complejos como el ser humanos, sin embargo, esto no alcanza a la posibilidad de que hay un número limitado de universos paralelos.