¿Existe el mundo espirutual?
Si consideramos, como dice Erwin Schrödinger, que la mente es atemporal, esto es, que no está sujeta al espacio tiempo por lo cual no tiene un antes, ni un después y asumiendo la definición milenaria de que la mente es parte del espíritu, luego podríamos concluir que el espíritu es atemporal.
Pero, ¿a dónde va el espíritu al separase del cuerpo? La misma pregunta se contradice con la afirmación de que no está sujeta al espacio tiempo, porque “dónde” requiere de un espacio o quizás ese espacio sea diferente a nuestro espacio, sin embargo, en el momento de encarnarse en una persona, el espíritu comparte o interactúa con el espacio tiempo en el que nos desenvolvemos en vida.
Si el espíritu pertenece a otro espacio difícilmente podremos usar los sentidos para explorar ese espacio luego se deberá usar la mente en estas exploraciones con la fuerza propia del espíritu que conocemos como Fe.
Si este espacio en el que vivimos es complejo, luego el espiritual debe ser mucho más complejo y extenso, por lo que nuestros acercamientos a él, deben ser tan diversos como cada uno de nosotros.
Tenemos varios problemas más de entrada, si quisiéramos comunicar nuestra experiencia en estas vivencias, no encontraríamos las palabras adecuadas, ni los símiles en el espacio tiempo, por lo que habría que recurrir a las parábolas y a otros andamios que nos llevarían al reconocimiento o al disentimiento del asunto.
Otro problema adicional es que el espacio de intersección entre ambos mundos no podría ser otro que el new cortex y el problema con eso es que aunque es lo más avanzado en el hombre, también es lo menos desarrollado y lo vemos al comparar las neuronas del new Cortex con el cerebelo o cerebro antiguo, de ahí que el hombre sea mas emocional que espiritual.
El desarrollo del new cortex se da a través del estudio, la reflexión y la meditación pero en la civilización actual, mayoritariamente hedonista ¿Quien quiere perder su tiempo desarrollando su conciencia, cuando lo puedes dedicar a la búsqueda del placer por el placer?
Desde la antigüedad se habla de la interacción de los espíritus encarnados o sea nosotros y los espíritus no encarnados cuyo cuerpo ya murió o que aún no han encarnado.
Estos relatos son frágiles porque no está en nuestras manos repetirlos, falsearlos, evidenciarlos etc, en síntesis no les podemos aplicar el método científico que tantos frutos nos ha dado pero que deja fuera de su alcances todo un mundo de fenomenología.
Cuando el hombre necesitaba dedicarle todo su tiempo a conseguir los alimentos, solo unos cuantos tenían acceso al conocimiento, la mayor parte de la gente era analfabeta en el amplio sentido de la palabra, pero con la revolución industrial el conocimiento empezó a divulgarse en el grueso de la población, aunque ese tiempo libre que nos dieron las máquinas, se compartió entre el ocio, la diversión y el estudio.
En el siglo XIX se expande por América y algunas partes de Europa algo que se conoció como el espiritismo, basado en la creencia de que los muertos sobreviven en forma descarnada y a menudo pueden comunicarse a través de mediums con nosotros.
Tanto fue el impacto en la sociedad que en 1882 se fundó en Londres la Sociedad para la Investigación Psíquica o SPR y se dedicaron a estudiar a los mediums, al hipnotismo, a la telepatía, la clarividencia y todas aquellas regiones donde la mente parecía trascender sus límites conocidos.
En Boston siguieron sus pasos y fundaron la ASPR que por cierto continúa trabajando hasta la fecha y ha abierto sus expedientes a los historiadores e investigadores de estos fenómenos.
En aquella época, saltaron a la fama mediums, videntes, escapistas que alegaban tener poderes sobrenaturales, muchos de ellos fueron descubiertos y tildados de charlatanes, otros quedaron en el velo de lo misterioso.
Hay dos casos interesantes en esta época, el de Houdini un mago escapista que queriendo comunicarse con su madre fallecida, visitó una infinidad de mediums descubriendo sus trucos y por el lado opuesto tenemos a Arthur Conan Doile el gran escritor y creador de la figura legendaria de Sherlock Holmes, quien creía fuertemente en el espiritismo, aunque amigos en lo personal, ambos personajes desarrollaron grandes debate en uno y otro sentido.
Relativamente reciente saltó a a la fama Uri Geller con acrobacias mentales que levantaba la admiración del público y la furia de muchos “científicos”, de la misma forma, magos como James Randy han seguido persiguiendo farsantes disfrazados de mentalistas.
Estos traslapes entre estos dos mundos son narrados a través de la historia del hombre y en reuniones informales escuchamos personas que dicen haber vivido estas experiencias.
Hay algunas cosas que se repiten en casi todos los relatos, los espíritus se presentan con baja energía, por lo que buscan la noche donde la energía radiante es baja, al parecer carecen de materia por la transparencia de las formas y duran poco tiempo.
Lo cierto es que no hay suficientes evidencias para negarlos o admitirlos desde la ciencia, por lo que el más fuerte soporte sigue siendo la fe.
Pero, Usted ¿Qué opina?