¿Cuántos pobres se necesitan para crear un rico?
Después de mostrar su piernas el subcomandante desapareció de los medios, sus excolaboradores dicen que anda disfrutando de lo que le dejan sus inditos en San Francisco o en Madrid, tapeando.
Ya con la bolsa llena que se va a andar exponiendo en la sierra.
Hoy la izquierda violenta y radical tiene otros líderes y darán que hablar mucho los próximos días defendiendo los privilegios logrados para los líderes de LYF.
La ideología de la lucha de clases que introdujo el socialismo masón ha tenido puntos álgidos a través de la historia y su ideología sigue ahí dividiendo a nuestra patria.
En el desfile de circo que le llamaron Zapatour, cuando los enmascarados Zapatistas desfilaron por las carreteras y calles del país hubo algo que me llamó poderosamente la atención y hoy solo quiero recordarlo.
Había una manta sostenida por varios jóvenes de rostro duro y retador con sentimientos de que alguien les ha robado algo que decía “Cuantos pobres se necesitan para crear un rico”.
Desde mi punto de vista, esta manifestación viajera hizo evidente los grandes sofismos que encierra nuestro pensamiento colectivo como nación.
Esta frase que llama a la lucha de clase, al robo, al despojo, a la sangre, tiene su base en una serie de fallas garrafales.
Para que esto fuera cierto tendríamos que suponer que la riqueza es algo que se da en forma natural y espontánea y que se encontraba en algún momento distribuida en forma uniforme y alguien se apropió de la de otros.
Sin embargo la parte de la riqueza que significa satisfactores en la sociedad, se crea con el esfuerzo de las personas, no existe de tiempos ancestrales se genera y consume día a día y su volumen es directamente proporcional a la tecnología, eficiencia y cantidad de trabajo.
Y se reparte en primer lugar entre quienes la generan y una parte vía impuestos a un fondo común para obras y servicios generales.
En los países avanzados una parte se redistribuye, aquí trató de hacerlo Calderón pero los priistas se opusieron.
La generación de riqueza requiere en primer término gente con mentalidad de emprendedores, técnicos, capital y mano de obra.
Cuando falla alguno de estos elementos no se genera riqueza.
De ahí que necesitemos un valiente que le diga a estos jóvenes altaneros si quieren riqueza… ¡genérenla!
Tratar de hacerle al Robin Hood solo genera odios, violencia, desaliento y pobreza.
Si queremos generar riqueza tendremos que respetar absolutamente todos los factores que inciden en su creación.
Empezando por el gobierno todopoderoso y todoposeedor, y terminando con estos ideólogos de la muerte
No podremos hablar de crear un país rico mientras tengamos líderes que envenenan a nuestra juventud.
Tenemos gente en la calle sorprendida de que el gobierno haya decidido dejar de mantener a líderes y trabajadores, ladrones y holgazanes con el dinero que la sociedad le da al gobierno.
Ese sentimiento de sentirse robado puede incendiar al país, esas ideas envenenadas que entraron como panaceas de un mundo mejor y que se alojaron cómodamente en el inconciente colectivo y que los líderes corruptos y descastados excitan, tienen consecuencias.
No podremos aspirar a una sociedad sana mientras se mantenga la incongruencia de pensar como comunista y vivir como capitalista y lo peor de todo ir cambiando de camiseta de acuerdo a donde sople el viento.
Si deseamos el cambio enfrentémonos con las grandes mentiras que venimos arrastrando después de 70 años de tiranía política, social y cultural y de 9 años intentos titubeantes.
Urgen ideas consistentes que formen la nueva conciencia colectiva de nuestro México, ideas que ponderen el trabajo sobre los derechos a ser mantenidos por el gobierno, ideas que aporten soluciones, no quejas plañideras.
Que no sea la lástima lo que nos mueva, sino el pundonor. Hoy el presidente ha dado un gran paso a la limpieza de todas esas lacras que asfixian el desarrollo armónico, apoyémoslo y pidámosle que vaya mas allá, falta el sindicato de PEMEX, el del IMSS, el de la SEP, en fin, es tiempo que liberemos a los obreros y empleados de sus líderes y al país de estas sangrías interminables.
El cambio se debe hacer primero en las ideas, ese es hoy nuestro gran reto
Marcos Barraza